Un fin de semana por Asturias...
Allí todo lo que comas está bueno seguro. En este caso pedimos una ración de setas al queso de Cabrales, un pastel gratinado de centollo, que estaba espectacular, y una tabla de carne. Las raciones son grandísimas así que entre cuatro no pudimos con todo y nos fue imposible tomar postre.
Al día siguiente decidimos ir a Ribadesella a comer. Resulta que en enero están cerrados por vacaciones la mayoría de los restaurantes. Al final decidimos entrar en la Sidrería El Tarteru, lo cual fue una estupenda elección. Tuvimos que esperar un poco en la barra mientras tomamos una sidra. En seguida nos sentamos y tomamos: unas croquetas de pulpo exquisitas, unos mejillones picantes que estaban muy buenos, un pantrucu (similar a lo que aquí llamamos borono) también rico y medio cachopo Tarteru. Este cachopo está relleno de queso de cabra y cecina pero además le ponen una salsa de setas por encima que acompañado de unas patatas fritas, está buenísimo. El postre no nos llamó tanto la atención pero estaba aceptable. Un lugar tradicional sin lujos pero para 4 personas con cafés, agua y unas sidras, un precio muy asequible.
Ah por ciento, esa pedazo palmera por 3,50 euros. También tienen un despacho con todos los productos para llevar.
Y aquí finaliza la entrada de este lluvioso fin de semana de enero. Hasta la próxima.
GIJÓN
Empezamos por Gijón, llegamos en la AC el viernes por la noche, unos vinitos y acabamos cenando en un sitio que no merece mucha reseña. Así que el sábado después de un largo paseo por todo Gijón preferimos no arriesgar y fuimos a comer al Tierra Astur. |
| Pincha aquí para visitar La sidrería Tierra Astur Poniente |
Después, una visita al Acuario de Gijón y otro paseo para bajar la comida.
Paseando nos acercamos al Teatro Jovellanos y decidimos entrar a tomar una infusión al Café Dindurra, que a pesar de ser muy grande estaba a tope de gente. Un estilo clásico, con un público por tarde de avanzada edad, que supongo cambie por la noche ya que según pone en su página de facebook, los sábados por la noche ofrece conciertos.
RIBADESELLA
Al día siguiente decidimos ir a Ribadesella a comer. Resulta que en enero están cerrados por vacaciones la mayoría de los restaurantes. Al final decidimos entrar en la Sidrería El Tarteru, lo cual fue una estupenda elección. Tuvimos que esperar un poco en la barra mientras tomamos una sidra. En seguida nos sentamos y tomamos: unas croquetas de pulpo exquisitas, unos mejillones picantes que estaban muy buenos, un pantrucu (similar a lo que aquí llamamos borono) también rico y medio cachopo Tarteru. Este cachopo está relleno de queso de cabra y cecina pero además le ponen una salsa de setas por encima que acompañado de unas patatas fritas, está buenísimo. El postre no nos llamó tanto la atención pero estaba aceptable. Un lugar tradicional sin lujos pero para 4 personas con cafés, agua y unas sidras, un precio muy asequible.
LOS TÁNAGOS
Y ya de vuelta para casa, es parada obligada merendar en "La casa azul" en el que puedes degustar todo tipo de dulces típicos de Cantabria destacando el hojaldre. Y como el tamaño sí importa allí casi todo es XXL. Así que con una palmera para 4 personas suficiente.
Y aquí finaliza la entrada de este lluvioso fin de semana de enero. Hasta la próxima.
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